Las empresas en Portugal están obligadas a cumplir una serie de requisitos fiscales, legales, contables y de cotización.
El cumplimiento de todas estas obligaciones resulta vital para el funcionamiento legal y financiero de una empresa en Portugal, ya que garantiza el cumplimiento de la legislación vigente y evita sanciones.
A continuación, destacamos algunas de las obligaciones de las empresas en Portugal.
Las empresas en Portugal deben cumplir una serie de obligaciones fiscales y de cotización, entre ellas el pago de impuestos y la cotización a la Seguridad Social.
Por lo general, el año fiscal coincide con el año natural. No obstante, las empresas portuguesas pueden cambiar su año fiscal notificándolo a la Autoridad Tributaria y Aduanera (AT), siempre que cumplan determinados requisitos.
Las empresas en Portugal deben realizar pagos a cuenta y pagos adicionales a cuenta durante los meses de julio, septiembre y hasta el 15 de diciembre.
Las declaraciones del IVA deben cumplimentarse periódicamente y presentarse a la Autoridad Tributaria portuguesa.
Plazos para entrega de las declaraciones de IVA trimestrales por parte de las empresas en Portugal:
Plazos para entrega de las declaraciones mensuales del IVA (para empresas portuguesas con un volumen de negocios superior a 650 000,00 €).
La declaración mensual del impuesto del sello debe presentarse antes del día 20 del mes siguiente al mes en que se haya generado la obligación tributaria.
La Seguridad Social es un mecanismo público que garantiza asistencia social a todos aquellos que trabajan o residen en territorio portugués.
Todo trabajador, gerente o administrador de una empresa en Portugal (resida o no en territorio portugués) está obligado a darse de alta en la Seguridad Social local y a cotizar por una parte de su salario al sistema portugués de Seguridad Social.
Las cotizaciones a la Seguridad Social se efectúan mediante el pago de la Tasa Social Única (TSU).
Esta obligación de cotización corresponde al 34,75 % del salario (el 23,75 % lo paga la empresa portuguesa y el 11 % se le descuenta al trabajador). En determinados casos se aplican tipos reducidos.
La fecha límite para la declaración de las cotizaciones mensuales a la Seguridad Social es el día 10 y la de pago el día 20, siempre del mes siguiente a aquel al que correspondan.
La Declaración Mensual de Remuneraciones, referente a las rentas del trabajo por cuenta ajena y respectivas retenciones de impuestos y Seguridad Social, debe ser presentada hasta el día 10 del mes siguiente a aquel al que conciernen las rentas.
Las obligaciones contables de las empresas en Portugal están relacionadas con la necesidad de mantener sus cuentas al día y en consonancia con las normas contables vigentes.
Todas las transacciones de las empresas portuguesas deben reflejarse debidamente en las cuentas con documentos acreditativos originales.
La contabilidad de una empresa portuguesa no puede sufrir retrasos superiores a 90 días, lo que significa que cualquier transacción realizada por una empresa tiene que ser contabilizada dentro de dicho plazo.
Las rentas sujetas al impuesto de sociedades (IRC en sus siglas portuguesas) se comunican a la Autoridad Tributaria a través de la Declaración de la Renta Modelo 22. La declaración del año anterior debe presentarse antes del 31 de mayo del año en curso.
La Información Empresarial Simplificada (IES) es una declaración que reúne diversos datos de carácter contable y fiscal. La IES del año anterior debe presentarse antes del 15 de julio del año en curso.
En la mayoría de los casos, las cuentas de una empresa deben ser aprobadas por los socios antes del 31 de marzo. Los holdings puros (SGPS) deberán aprobar sus cuentas hasta el 31 de mayo.
Las sociedades anónimas (S.A.) siempre están obligadas por ley a que sus cuentas sean auditadas por un censor jurado de cuentas (ROC). Las sociedades de responsabilidad limitada (S.L.) están obligadas por ley a solicitar una auditoría siempre que se cumplan dos de las tres condiciones siguientes durante dos años consecutivos:
Las facturas deben indicar la fecha, estar numeradas secuencialmente y contener los siguientes elementos:
Por lo general, las empresas en Portugal deberán emitir las facturas en un plazo de 5 días a contar desde la fecha del suministro de bienes y servicios.
Las empresas portuguesas están obligadas a utilizar programas informáticos de facturación debidamente certificados por la Autoridad Tributaria portuguesa (AT).
Los datos deben transmitirse a la AT (aunque no se hayan emitido facturas) mediante la exportación del fichero de facturación SAF-T a más tardar el día 5 del mes siguiente al que hace referencia.
Las empresas en Portugal deben cumplir una serie de obligaciones legales, entre las cuales destacamos las siguientes.
Todas las actividades de las empresas portuguesas deben encontrarse reflejadas en una o más cuentas bancarias exclusivamente vinculadas a la actividad desarrollada. Todas las transacciones referentes a aportaciones de capital, préstamos o adelantos de socios, así como cualquier otra entrada o salida de capital, deberán realizarse a través de dichas cuentas.
Las empresas en Portugal deberán realizar los pagos de facturas o documentos equivalentes de importe superior a 1000 € a través de medios de pago que permitan identificar el respectivo destinatario, principalmente cheques nominativos o transferencias bancarias.
Los bancos portugueses solicitarán siempre copia de los documentos de soporte relativos a transacciones superiores a 12 500 €.
El cumplimiento de las obligaciones legales relacionadas con el Registro Central de Beneficiarios Efectivos (RCBE) es un requisito imprescindible para las empresas en Portugal. Este registro, de carácter obligatorio, tiene por objeto identificar a quienes ejercen el control o la propiedad de una empresa, ya sea de forma directa, indirecta o a través de terceros.
Esta obligación está en consonancia con la Directiva 2015/849 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea, traspuesta al marco jurídico portugués, que tiene por objeto reforzar la transparencia y la seguridad en las transacciones entre empresas, tanto nacionales como internacionales, que operan en territorio portugués.
Por tanto, todas las empresas en Portugal están obligadas a identificar y registrar al beneficiario efectivo, según lo establecido, mediante la presentación de una declaración que incluya información relativa a su identidad.
Este registro debe efectuarse en un plazo de 30 días a partir de la inscripción de la empresa en el registro mercantil.
Las empresas en Portugal deben cumplir las directrices del RGPD a la hora de recopilar y gestionar los datos de los consumidores, garantizando la transparencia, la seguridad y el cumplimiento de los plazos de conservación. En determinados casos, puede ser obligatorio designar a un responsable de protección de datos.
Todas las empresas en Portugal que ejerzan actividades industriales necesitan obtener una licencia, no solo para asegurar la protección de la salud pública, la seguridad y la higiene de los lugares de trabajo, así como la seguridad de las personas y los bienes, sino también la correcta ordenación del territorio, la protección y la defensa del medioambiente, a través de la prevención y reducción de los efectos nocivos de la contaminación.
Por lo general, la concesión de licencias a establecimientos comerciales es competencia exclusiva de la administración local (ayuntamientos, pedanías y otras autoridades locales).