Una empresa cuya sede efectiva se encuentre en Portugal puede transferirla a otro país, si la ley de dicho país lo permite. La empresa, en este caso, mantendrá su personalidad jurídica.
Los socios de una empresa en Portugal pueden ser personas físicas o jurídicas. Como en Portugal no existen restricciones a la entrada de capital extranjero, no es obligatorio que las sociedades portuguesas tengan un socio residente en este país.
Los gerentes y administradores de empresas en Portugal son nombrados y destituidos por los socios, y son responsables de la buena gestión de las empresas en pleno cumplimiento de la legislación y las normas vigentes en Portugal.
Las empresas portuguesas se rigen por el Código de Sociedades Mercantiles, que define la forma jurídica de las empresas y regula todos los aspectos formales y funcionales de su existencia y de sus diferentes agentes. A continuación, se enumeran algunos de los aspectos jurídicos más relevantes.
La modificación de los estatutos está sujeta a la voluntad de los socios. Conozca más sobre los requisitos para la modificación de los estatutos de las empresas en Portugal.
Las actividades industriales necesitan autorización para asegurar la protección de la salud pública, la seguridad y la higiene de los lugares de trabajo, de las personas y de los bienes, la protección y defensa del medio ambiente a través de la reducción de los efectos nocivos de la contaminación.