Sí, ha leído bien. A partir del 1 de agosto de 2024, Portugal ofrece una exención del Impuesto Municipal sobre Transmisiones Onerosas de Inmuebles (“IMT”) y del Impuesto de Timbre (Imposto do Selo) siempre que el comprador tenga hasta 35 años de edad y esté realizando la primera adquisición de una vivienda propia permanente.
Preparamos una breve hoja de ruta para que tenga una visión completa de lo que está en juego pero, en caso de que ya conozca los pormenores del IMT y del Impuesto de Timbre, puede ir directamente al punto 4.
El IMT es un impuesto municipal que grava las transmisiones de bienes inmuebles. Los tipos impositivos varían en función del tipo de propiedad (por ejemplo, si se trata de una propiedad residencial, comercial o rural, si se utilizará como vivienda propria permanente del comprador o no).
En el caso concreto de los inmuebles residenciales utilizados como vivienda permanente (es decir, domicilio fiscal) del comprador, los tipos son progresivos y pueden llegar hasta el 7,5% para transacciones superiores a 1.102.920 EUR.
Las exenciones del IMT eran muy limitadas (por ejemplo, proyectos específicos de rehabilitación urbana, con requisitos estrictos) y a veces se proporcionaban a través de medidas aisladas aplicadas por cada Ayuntamiento - un buen ejemplo es la exención del IMT aplicada por el Ayuntamiento de Funchal, en Madeira.
El IMT está en vigor desde 2004, cuando sustituyó al impuesto SISA, que también suponía una carga fiscal para los compradores de inmuebles.
Durante varios años, el IMT y su predecesor han sido calificados como el «impuesto más estúpido del mundo», una expresión utilizada originalmente nada menos que por el actual Secretario General de la ONU y ex Primer Ministro portugués, António Guterres.
Hay muchas razones para este título poco halagüeño y han sido tratadas en detalle por estudiosos y profesionales: carece de proporcionalidad e igualdad, disuade de la inversión y de la propiedad de la vivienda y se considera parte de una fiscalidad excesiva sobre la propiedad inmobiliaria (recordemos que Portugal también tiene el IMI, que es un impuesto anual).
Esta aparente falta de equidad ha llevado a varias fuerzas políticas a abogar por el cese total del IMT pero, al margen de la discusión técnica pertinente, esta intención siempre es vista con reticencia por los ayuntamientos, que durante muchos años han visto en el IMT una fuente relevante de ingresos.
Es muy sencillo. Además del IMT, los compradores de bienes inmuebles también deben pagar el Impuesto de Timbre a un tipo del 0,8%, normalmente sobre el precio de compra (o el valor fiscal, pero en la mayoría de los casos es inferior).
Aunque es considerablemente inferior a la carga del IMT, sigue siendo un coste que no se puede descuidar.
No nos gusta la expresión, pero encaja perfectamente: depende.
Las condiciones son:
En caso de que cumpla lo anterior, las desgravaciones fiscales son las siguientes
Los compradores no podrán utilizar la propiedad para ningún otro fin (por ejemplo, alquiler a corto o largo plazo) durante 6 años a partir de la fecha de adquisición. No obstante, se considerarán excepciones en circunstancias concretas, como un cambio de lugar de trabajo de más de 100 km o un cambio en el hogar, pero el uso de la propiedad debe seguir siendo siempre residencial.
¿Qué ocurre si hay dos compradores y sólo uno de ellos tiene 35 años o menos? En tal caso, la exención sólo se aplicará en la proporción de la propiedad del comprador que cumpla los requisitos.